jueves, 10 de diciembre de 2009

ACERCA DE LAS DECISIONES QUE TOMAN NUESTROS POLITICOS (PARTE 2)


Por la mañana, antes de que David se levantara, la palabra del Señor vino al profeta Gad, vidente de David, y le dio este mensaje: "Ve a decirle a David: Así dice el Señor: ‘Te doy a escoger entre estos tres castigos; dime cuál de ellos quieres que te imponga.' " Entonces Gad fue a ver a David y le preguntó: ¿Qué prefieres: que vengan tres años de hambre en el país, o que tus enemigos te persigan durante tres meses, y tengas que huir de ellos, o que el país sufra tres días de peste? Piénsalo bien, y dime qué debo responderle al que me ha enviado. ¡Estoy entre la espada y la pared! respondió David. Pero es mejor que caigamos en las manos del Señor, porque su amor es grande, y no que yo caiga en las manos de los *hombres. Por lo tanto, el Señor mandó contra Israel una peste que duró desde esa mañana hasta el tiempo señalado; y en todo el país, desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil personas.
2ª Samuel 24:11-15

El punto que quiero recalcar acá no es otro sino contextualizarlo a la coyuntura nacional, específicamente a la política. Este sábado 13 de diciembre tenemos en Chile elecciones presidenciales y parlamentarias.

David censó al pueblo, cosa que desagrado al Señor. Era confiar en carros y en caballos (una figura de confiar en sus propias fuerzas), no en Dios todopoderoso, para las guerras que tenían que pelear. Y Dios le dio a escoger entre tres plagas o castigos. Entre las tres circunstancias adversas, David tenia que considerar la menos adversa, según su juicio, la que le iba a causar el menor perjuicio. El juicio de Dios fue terrible. Ya el mal estaba hecho. Solo quedaban consecuencias. Pero, aún en el tiempo malo, la misericordia de Dios estaba con David. Y le dio a escoger. David escogió el mal menor.

Desde siempre, como a todo grupo humano influyente, los políticos se han acercado a nosotros, los cristianos evangélicos, como se acercan a otros grupos, para obtener votos. Creo que nuestra posición debe ser siempre de esperar nada. Si esperamos nada de ellos, o en su defecto, de manera prudente, algo más que nada, somos bienaventurados. Nosotros no confiamos en carros o en caballos, sino en nuestro Dios todopoderoso, Creador del cielo y la tierra, la eterna y bendita Trinidad. Nuestra provisión viene de lo alto. Es Dios quien provee para nuestras necesidades. Y como dice la Palabra, aun puede ocupar a los mismos políticos para bendecirnos. Pero es sabio esperar nada de ellos y esperar todo de nuestro amado Padre.

David tenía que escoger el mal menor. Soy un convencido que tenemos que estar inscritos en los Registros Electorales y votar, en conciencia. No anular el voto ni dejarlo en blanco. Votar como corresponde, por el candidato que la persona crea mas conveniente, según sus convicciones. Hace poco hice mi propia campaña de motivación de inscripción para que la gente votara (en una instancia por internet). Y David escogió el mal menor. Con esto no quiero decir que es un castigo ni plaga la clase política. Por favor. Gracias al Señor que en nuestro país reina el orden, en general. Por Su misericordia. Cada persona hace política de diversas formas, solo que las que votan tienen mas propiedad de intervenir en los asuntos sociales. Pero para los cristianos son importantes no solo el asunto valórico, sino la desigualdad social, por ejemplo. En estos días salió una estadística que dice que el 54% de los trabajadores chilenos gana hasta $ 257.500 mensuales (unos US$500). Es poquísimo ingreso para vivir (claro, en nuestro contexto. Ni hablar de muchos países/lugares donde solo viven con solo un dólar diario). Si aproximadamente el 10% de las familias chilenas gobiernan financieramente mas del 40% de los dineros que hay en el país, tenemos un país extremadamente desigual al respecto. La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, a la cual estamos ad portas de entrar, como país) determina que la desigualdad pudiera tener un máximo de 5.4 veces (en el mundo, en general). La realidad sudamericana es de 10 veces. Chile tiene la malísima estadística de 14 veces. Es decir, entre una persona pobre y una rica (en el país) hay 14 veces de diferencia. Obviamente que le será imposible escalar social y financieramente a una persona con casi 500 dólares de ingreso mensual. Solo dos tópicos a tratar: el valórico y el financiero. Hay muchos otros, importantes por cierto. Tenemos que confiar de manera muy prudente en políticos. No porque sean mala gente, necesariamente. Son nuestras expectativas las que tienen que ser modificadas, no las promesas que algunos puedan creer. Siempre ha sido así, es y será de la misma forma. Los entendidos dicen que ellos podrán cumplir hasta un 50% de sus promesas, por muchas instancias que se darán en el mandato respectivo.

Escribo con propiedad, ya que ha veces, por mis actividades eclesiásticas, me contacto con políticos diversos. Y siempre el trato es cordial.

Oremos por nuestros políticos. Decidamos en conciencia por uno de ellos y por el parlamentario que creamos que puede hacer las cosas mejor (o menos mal). Que (aun si que ellos lo sepan), Dios les guie a toda verdad, les proteja y puedan conocer a Jesús como su Señor y Salvador, la Vida Eterna.

Saludos cordiales
Dios te bendiga.
10 de diciembre de 2009
Ivan.

Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta pregunta: --Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? -- “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” --le respondió Jesús--. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”. Mateo 22:35-40
¿Que es lo mas importante en nuestras vidas? ¿Cuál debiera ser nuestra principal meta en nuestras vidas?

Lo primero: amar al Señor. Tan sencillo, tan profundo y a la vez, parece tan difícil. Y lo segundo es similar: amar al prójimo como a uno mismo. Palabras tan simples de nuestro Maestro (es mi Maestro.... todo un tema a tratar), tan profundas y muchas veces, olvidadas.
Todo lo que hacemos en el día, en la semana, en el mes, en el año, debiera contribuir a que amemos progresivamente al Señor y a servirle como se merece. Es bueno que recordemos que hace dos mil años había un señor y se llamaba Cesar. Era la máxima autoridad, absoluta. Era un dios. Nadie podía decir que había otra autoridad, sino eran muertos. Cuando algunos comenzaron a hablar que había otro Señor, pero este sí que era Señor… y aparte Dios… causó un revuelo de grandes proporciones en toda la región. ¿Cómo alguien podía ser un ser humano y a la vez Dios? Imposible. Claro, para la mente humana esto no es posible. Pero en Jesús se une el cielo y la tierra. Dios se metió en la humanidad (es su Creador), porque nadie podía vencer el pecado y para vencerlo, entre otras razones vino. Por eso, es tan necesario nacer (correctamente) de nuevo, aceptar a Jesús como Señor (máxima autoridad) y Salvador (plenitud) y, ahora, con Dios adentro, se puede avanzar en vida nueva. La religión y las personas religiosas no contemplan el nuevo nacimiento, porque no es su materia. Dios esta afuera, no dentro de ellos.

Muchas veces tenemos que pedirle que Él nos fascine, nos enamore de Él mismo, porque generalmente faltamos a ese maravilloso amor y no somos lo suficientemente fieles a Su amor. Muchas veces le pido que Él me venza (lo mismo oro para los hermanos de la iglesia donde estoy y sus familias y a cada persona que le hemos hablado de Cristo). Y lo segundo. Desear y hacer el bien a las personas, en general, como si hiciéramos a nosotros mismos. Y es con nosotros mismos que tenemos que empezar. Es una decisión propia.

Amar a Jesús por sobre todas las cosas y producto de nuestro amor profesado a Él, servirle con amor y pasión, viéndose reflejado desde nuestra iglesia a la sociedad… y a las naciones, es todo un desafío que tenemos que asumir, hoy. Sea que tengamos actividades en casa todo el día hasta las decisiones que afectan a un país y/o con repercusiones mundiales, debe ser nuestro principal lema de vida: amar al Señor (la máxima autoridad reconocida sobre la propia vida) y amar al próximo como a uno mismo.
Creo que tenemos que invertir tiempo (dar, darnos), dinero, esfuerzos, ganas y hasta frustraciones en esta empresa de la vida. Es ciertísimo que Dios nos ayudará, de maneras naturales y sobrenaturales. Lo hará, porque nos ama (lo prometió antes de irse, que estaría todos los días con nosotros, principalmente, con los hijos de Dios) y porque Jesús, el eterno Hijo de Dios, murió y resucito, ya hace dos mil años, para que le amaramos de todo corazón y le sirviéramos... de todo corazón, sea en nuestro barrio o en las naciones, en lugares hostiles al Evangelio, donde solo un puñado de valientes va, se queda y echa raíces, para levantar el nombre de Jesús y, como dice el Padre Nuestro, “Venga Su Reino” sobre aquellos lugares. Venga Su Reino sobre tu vida, sobre tu familia, sobre tu mente, en el nombre de Jesús.

Dios te bendiga
Ivan.

Joven. Da tu vida en las naciones por Cristo

Cristo es todopoderoso

Cristo es todopoderoso
Desde y hacia la eternidad

Dios siempre tiene el control

Praise the Lord in cambodian. Great !!!

You are my God // Beautiful !

La hermosisima creación de Dios

Te amo Espíritu Santo

S.O.S.

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Día tras día estas conmigo. Día tras día estoy Contigo, mi Padre amado

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