“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad”. Salmo 84:10
En estos días el Señor ha puesto en mi corazón recordar este versículo. Y le he dado vueltas algunas veces en varios días. Mejor es estar un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Hay algunas cosas que son simbólicas en la Palabra. Esta pudiera ser una de aquellas. Pero… ¿y si lo tomamos de manera literal? Un día en la presencia de Dios, intensamente, equivaldría a más de tres años sin considerar a Dios en todos nuestros caminos.
Claro, podemos considerar a Dios en algunos de nuestros caminos… ¿y todos? Me parece interesante las veces que hablo de otra persona con la gente, de Jesús. Lo más cercano a Él que tienen es su religión. Entonces me responden: yo soy [religión]… o yo nací en tal [religión].
Este ensayo tiene como propósito hacernos reflexionar, ya a fin de este año, acerca de pasar en la presencia de Dios, pero de una manera progresiva, intensa. Como algunas instancias de la vida digo, es todo un desafío. Hay tantas cosas que solicitan nuestra atención y es difícil, muchas veces, sustraerse a solo estar en comunión con Dios. Para mi también lo es. Y como todos, tengo múltiples compromisos.
Pero creo que Dios me esta inquietando, nuevamente, con Su amor, a buscarle, intensamente. Y no solo a mi, a ti, también, estimado/a lector/a de estas letras. Así como te he compartido oraciones, que nacen en lo profundo de mí ser, continuamente le pido que me acerque a Él, cada día, potentemente, mis pensamientos, emociones, voluntad, cada neurona, mi espíritu, mis poros, etc. Dios es Espíritu y los que tienen comunión con Él, lo tienen a través de su espíritu, conectado con Dios, que es Espíritu. No necesariamente a través de la mente y/o emociones. Los toca, pero no son su principal vehículo. Es nuestro espíritu. Si le hemos aceptado verdaderamente como Salvador y Señor, estamos leyendo y estudiando la Biblia, pertenecemos activamente en una congregación donde se predique y estudie la Palabra, haya estimulación de los hermanos a lo mismo, participando en la sociedad, para ser sal y luz, entonces estas palabras son para ti (especialmente… porque sabrás de que te hablo). “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?” Santiago 4:5. Dios te/me anhela, intensamente. Te creo para tener comunión contigo… y te anda buscando para ello.
¿Qué dirás a Su invitación? El tiempo es corto. La vida es corta. “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Santiago 4:14. No le pidas al Señor que te de una oportunidad, sino al revés, dale tu una oportunidad en serio al Señor, de tener intimidad con Él. Cada día Él te da 24 horas de oportunidades. Dale una en serio. Un día intensamente en Su presencia vale más que muchísimos días sin intensidad o rutinarias “con Dios” o… apartados de Él… que es bien parecido al infierno.
Dios te bendiga.
Ivan
