sábado, 24 de julio de 2010

Ataque de ira: por qué el cerebro se va a rojo



"Deja la ira,  y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo". Salmo 37:8

"La ira del hombre no obra la justicia de Dios". Santiago 1:20

"Porque no nos ha puesto Dios para ira,  sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo". 1ª Tesalonicenses 5:9


En sólo instantes, segundos, la persona se transforma en un energúmeno, incapaz de controlar sus impulsos. La razón está en un cerebro que no funciona a plenitud. Pese a esto, existe un factor preventivo irremplazable: una buena infancia y una adecuada socialización.

POR SEBASTIÁN URBINA SOTO - 24/07/2010  La Tercera on line

Más de ocho minutos. Eso dura una de las tantas llamadas con interminables amenazas de Mel Gibson a su joven pareja, la rusa Oksana Grigorieva. Oírlo es como escuchar la banda sonora de un filme en que el actor representara a un poseído. Palabrotas, gritos destemplados, amenazas y maldiciones dejan más que claro que Gibson pierde los estribos. Algo que casi no deja dudas sobre su inclinación a usar la violencia.

Pero estos episodios no son excepcionales entre los famosos. La top model Naomí Campbell es reconocida como impulsiva y violenta, y en distintos episodios ha dejado a varios lesionados fuera de las pasarelas. ¿Más ejemplos? El también actor Sean Penn, la cantante Amy Winehouse y el rapero Puff Daddy.

Todos ellos comparten la facilidad de pasar de ser un hijo de vecino cualquiera, a actuar como enajenados. Algo que puede pasarle a cualquiera, ya que este rasgo es parte de la esencia humana, pero que la mayoría de las personas aprende a controlar.

Parece inexplicable que haya personas que tengan estas conductas destructivas que -en sólo segundos- pueden arruinar su imagen y su vida. En ellas, por alguna razón misteriosa, de un momento a otro desaparece el autocontrol que todos tenemos y son incapaces de manejar sus emociones ni de medir las consecuencias que pueden tener estos trances de agresividad extrema.

Entender lo que sucede en estos casos representa un esfuerzo que tiene una larga historia de teorías, que intentan explicar estas conductas que pueden derivar en crímenes y que han estado siempre presentes en la humanidad. Pero sólo en la última década, gracias al uso de las imágenes cerebrales, se ha podido acumular la suficiente evidencia para determinar que es un cerebro que no funciona a plenitud, que no maduró.

GENES Y SEROTONINA
La infancia y la adolescencia son los únicos períodos en que es esperable observar ciertos niveles de agresividad y violencia, los que se socializan en forma progresiva hasta quedar bajo el control de un cerebro totalmente maduro.

En el caso de los adultos que sufren de estallidos de rabia, se han identificado cerca de 20 marcadores genéticos asociados a violencia. La mayoría de ellos están relacionados con químicos cerebrales como la serotonina, la dopamina y el óxido nitroso. Todas estas moléculas se combinan en un delicado equilibrio para que la persona tenga una conducta normal.

Algo que no sucedería en personas como Gibson. En su caso, un desequilibrio en estos químicos y la persona fácilmente se hace adicta al alcohol, las drogas, presenta trastornos de la alimentación o depresión, entre otros problemas.

"Pero se trata de rasgos (sicológicos) muy complejos, que dependen de numerosos genes y de factores ambientales. Y aunque ya se han identificado varios, aún no son suficientes para predecir quién se comportará de esta manera y en qué grado", explica en el sitio nih.gov el investigador Joe McInerney, experto en genética humana de la Universidad de Nueva York.

Pero más allá de los genes, existe una forma más certera de saber si estamos ante un potencial agresor: sus niveles de serotonina cerebral. Si están bajos es muy probable que esa persona tenga arrebatos agresivos y violentos.

Esto explica por qué los antidepresivos como la fluoxetina, que aumentan la serotonina en el cerebro, neutralizan esta agresividad y "son útiles para tratar a criminales violentos así como a quienes son propensos a tener accesos de furia producto de una depresión o de un trastorno de la personalidad como el narcisismo", asegura a The New York Times el doctor Richard Friedman.

GLUCOSA Y CEREBRO
Un avance importante en entender estas conductas impulsivas y violentas se produjo gracias a un estudio del doctor Adrian Raine, de la Universidad del Sur de California.

A principios del 2000, este experto aplicó un escáner ultra especializado (PET scan) a los cerebros de numerosos criminales. En ellos midió el consumo de azúcar por parte de sus neuronas.

Así observó que los asesinos que son impulsivos usan menos azúcar en su corteza prefrontal (CPF), zona del cerebro ubicada detrás de los ojos, la que controla nuestros impulsos y nos permite tomar decisiones racionales. Este menor consumo de azúcar refleja un funcionamiento a media máquina de esta zona que es esencial para el autocontrol. Y al no haber control, la persona reacciona impulsivamente.

Asimismo, los impulsivos tienen una mayor actividad nerviosa en el núcleo conocido como amígdala que es responsable de las emociones básicas, como el miedo y la agresividad. Cuando se activa esta zona, la persona reacciona en forma rápida e irreflexiva, ya que este circuito nervioso se salta la corteza prefrontal.

Esto explica que en el caso de los famosos que han hecho noticia por sus accesos de rabia, sus reacciones hayan sido instantáneas frente a un problema o, incluso, sin que haya existido una provocación aparente.

Y aunque suene a cliché, se ha comprobado que estos factores biológicos que facilitan las conductas agresivas pueden ser moldeados en la infancia. Es el caso de los padres que entregan amor a sus hijos y los socializan de manera adecuada, lo que les permite tener hijos bien adaptados y autocontrolados.

jueves, 22 de julio de 2010

"¿De donde sale lo que yo pienso? De lo que yo oigo, y de lo que oigo, pienso. De lo que oigo y pienso, creo. De lo que creo, hago". 

Stamateas




FRASES CÉLEBRES de grandes hombres de Dios en el pasado

 «Si vuestros corazones no están contemplando el fin de vuestras labores, y si no tenéis sed de la conversión y edificación de vuestros oyentes, y no estudiáis y predicáis en esperanza, muy posiblemente no vais a ver mucho fruto de todo ello. Es señal de un corazón falso, y que busca lo suyo propio, cuando se está contento de seguir haciendo, sin ver fruto alguno de sus labores.» —Richard Baxter


 ¡Darse cuenta y saber que almas preciosas, almas inmortales, están pereciendo alrededor nuestro, yendo a la negrura de la oscuridad y de la desesperación, perdidas eternamente, y aun así no sentir ninguna angustia, no derramar ningunas lágrimas, no saber lo que es el trabajo del alma! ¡Cuán fríos son nuestros corazones! Oswald Smith


“Dios nos dé gracia para ver nuestra necesidad de gracia; nos dé gracia para pedir gracia; nos dé gracia para recibir gracia; nos dé gracia para usar la gracia que hemos recibido”. D. L. Moody

Joven. Da tu vida en las naciones por Cristo

Cristo es todopoderoso

Cristo es todopoderoso
Desde y hacia la eternidad

Dios siempre tiene el control

Praise the Lord in cambodian. Great !!!

You are my God // Beautiful !

La hermosisima creación de Dios

Te amo Espíritu Santo

S.O.S.

El Evangelio... en 6 minutos.

Acepta a Cristo. Es recien el comienzo...

Día tras día estas conmigo. Día tras día estoy Contigo, mi Padre amado

Manada de bufalos rescata a cria - video del 2008 con unos 10 millones de visitas

Maybe (present) future / Pudiera ser el (presente) futuro

Fenomenos del pinpon