Este es un poema inspirado por Dios, de nuestra hermana Nadia, desde Argentina. Una bendición.
Sangre broto de mis poros...
no pude evitar desconfiar...
me dolía el corazón y la batalla
era contra la incredulidad.
Mi espíritu estaba dispuesto a luchar
pero el mañana...y lo que vendrá
me atemorizaba.
Mas dije: ¡hágase tu voluntad!
Mas dije: ¡hágase tu voluntad!
No importa las lagrimas a derramar
ven a este Getsemani
Reina por favor en mi.
Si me llamas a morir
responderé e iré a ti
pero ven por favor
te necesito
en este Getsemani.
La copa vagaba
y de mi se burlaba
que no podía beberla...
Pasa esta copa de mí.
Me duelen las heridas
Mi sangre hecha trizas
Mas dije: ¡hágase tu voluntad!
Pese a mi, confío en ti.
Autor: Nadia S. Sandez (argentina)