1.- Nos quiere detener.
Siempre. Es su tarea. Detener el propósito de Dios en nosotros. A toda costa. Tratará de paralizarnos, con miles de formas, que ya has comprobado.
2.- Nos trata de desviar.
Si no puede detenerte, tratará de desviarte. El pecado significa, también, errar el blanco. Tratará de sacarte de tu participación activa en la iglesia, poniendo dudas, prejuicios, malos entendidos, situaciones para que pierdas en control, otras para que hieras y seas herido, etc. Si te extravías, mejor para él.
No te dejes extraviar. Ya Deuteronomio habla de ello... no te dejes extraviar.
3.- Y si no puede detenerte y desviarte, tratará de empujarte. Ha hacer cosas que no corresponden. A hacer mas de lo debido. A andar en tus propias fuerzas y hacer todo de esta manera.
Solo tres, de las miles de artimañas que ocupa nuestro enemigo (...¿eres su enemigo.. o es solo parte de tu mitología...?) el diablo, para destruirnos.
Pablo dice que no tenemos que ignorar sus maquinaciones. El original da a entender lo siguiente: "No ignoramos sus métodos orientados a nuestra mente".
Reflexionemos en esto.
Dios nos bendiga, libre del mal, fuertemente, y con la misma potencia, nos acerque hacia Su bien, progresivamente, cada día.
Bendiciones.